Mi Buenos Aires querido

por Johanna Gelvez

La capital Argentina bañada por el Río de la Plata y el Riachuelo, es sin lugar a dudas un escenario digno de visitar.

De Buenos Aires me encanta esa especie de fraternidad en la que se vive, el sólo hecho de compartir un mate, tender una sábana en el césped de una plaza y compartir unas galletitas al son de una guitarra. Los jueves de amigos: cada pareja se separa y va con sus viejas amistades a cenar una pizza y reír un buen rato, sagradamente ocurre esto cada jueves.

Ese valor de la amistad es incalculable y por un momento llega a sentirse envidia (de la buena). Me enamoran las tardes de primavera donde las calles me contagian de ese romanticismo que proporcionan los jacarandás, el delicioso sabor de los helados caseros, pasear por las avenidas que enaltecen los edificios de estilo europeo y darse una escapadita a los pueblos contiguos que ofrecen diversidad de paisajes y planes que salen de lo cotidiano. Cómo no enamorarse de la capital porteña si me dio grandes amigos, lindos paisajes y miles de sonrisas que no pensaba encontrar en ese falso estereotipo de los argentinos orgullosos y crecidos, nada de eso, Buenos Aires ofrece “joda” todo el tiempo!

Entre tangos, ferias, espacios culturales y un sin número de jacarandas (árbol emblema de la ciudad en primavera), Buenos Aires recibe a los extranjeros y los acoge como suyos. Tras tres años que corrieron como el viento, me mantuve detallando cada rinconcito porteño.

Para empezar les diré que hay que llevar dólares o euros que los cambian a buen precio, eso sí como toda norma de viajeros, no se debe cambiar en el aeropuerto que es un poco más bajo. A propósito, el aeropuerto Ministro Pistarini (Ezeiza), queda retirado, aproximadamente 50 min de la capital, conviene tomar un “remis” que es un automóvil particular y presta los mismos servicios de un taxi con una tarifa un poco más económica, o un servicio llamado “Manuel Tienda de León” que lleva pasajeros en un autobús de manera segura.

Al llegar a Buenos Aires, habrá que estar pendiente de la estación, si es verano, ¡a prepararse! La temperatura puede subir a más de 40º y la humedad que recorre toda la ciudad es un poco pesada. En invierno puede bajar hasta 8º pero lo más complicado es lidiar con los llamados “Vientos del sur” o “Pampero húmedo” que congelan a cualquiera.

La gastronomía es algo variada y tentadora, para los amantes de los pastelitos dulces existen en las panaderías las “facturas” que son unas masitas de harina horneadas y generalmente traen dulce de leche, crema pastelera o dulce de membrillo (similar al de guayaba) muy ricas pero nada saludables para un desayuno. Muy recomendados los asados argentinos, con los típicos cortes de carne: vacío, bife de chorizo (el más exquisito), matambre, asado, cuadril, entre otros. Podrán ir a “La Cholita” ubicado en el tradicional barrio Recoleta, o la infaltable visita a “Siga la vaca” que cuenta con varias sucursales, entre las más conocidas está la que se encuentra en el tercer dique de Puerto Madero. No olviden dar su propina, generalmente se suele dejar la recompensa al buen servicio.

¿Quieren tener una tarde divertida y natural?, Buenos Aires ofrece espacios verdes atractivos para los amantes del deporte como Bosques de Palermo, que cuenta con senderos para pasear en bici, escenarios deportivos, un lago en mitad del campo y un estupendo Rosedal que es muy conocido por los porteños pues hay gran variedad de plantas ornamentales en sus jardines dignas de fotografiar, pueden alquilar bicis, rollers, etc. (y a un bajo costo). Al caer la tarde es infaltable una caminata por Puerto Madero, escenario donde se impone el famoso Puente de la Mujer del maestro Calatrava, también se puede ir por un par de tragos al barrio bohemio de la ciudad, San Telmo, ubicado al oeste de la ciudad, ofrece un sinnúmero de bares y recovecos que resultan interesantes por su mezcla de sonidos, demostraciones de tango en vivo, obras de arte y gente dispuesta a compartir lo mejor de la ciudad.

Para finalizar, no olviden visitar el Cementerio Museo de Recoleta y los sitios de interés aledaños, así como también, el Barrio Chino, el Teatro Colón, el tradicional Obelisco, las coloridas calles de Caminito y el barrio la Boca, donde por supuesto se encuentra el popular Estadio de este gran equipo de futbol que atrae a miles de fanáticos cada año.

¡Entre murgas, melodías de Gardel, fernet y joda, Buenos Aires los espera!

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