Travesía natural en medio de un paraíso oculto.

por Daniela Gomez

Porque solo los que vivimos y quienes han visitado este hermoso rincón del mundo, pueden experimentar y descubrir el aroma, el sabor y deleitarse con sus paisajes que solo nuestro pequeño terruño ofrece. Toledo, mi bello Municipio, ubicado al Sur Oeste del Norte de Santander con una altura de 1.640 metros sobre el nivel del mar y con un clima que oscila entre los 17 a 23 grados centígrados, y que limita con Arauca llamada la puerta al llano, en el cual hay lugares aun inexplorados por el hombre, y por tanto conserva su virginidad y nobleza que se conserva en el campo.

Explorando nuevos caminos que contagian el espíritu con su riqueza natural y por la vía que nos conduce a nuestro bello Toledo desde el Alto de Mejue, nos encontramos con el Parque Nacional Natural Tama, el cual tiene todos los pisos térmicos y una variada gama de especies un su Fauna y Flora, así como hermosas vistas paisajísticas. Dentro de este parque señala la historia, se encuentra la cascada la Segueta, que, con más de 800 metros de caída libre, sería la más alta de Colombia y segunda del mundo detrás del famoso Salto del ángel en Venezuela. Sin embargo, acceder al lugar es todavía muy difícil, por lo abrupto del terreno en plena selva del lugar.

Se percibe el rio que se observa desde lo alto como la guía que conduce a un nuevo lugar, el camino angosto rodeado de grandes abismos que producen temor pero que a su vez encierran una belleza intangible; quebradas, montañas rocosas, cultivos, flores, casas desmadejadas logran divisarse en el trayecto del alto Mejue hacia el casco urbano de Toledo.

Descendiendo del Alto Mejue encontramos truchilandia, criadero de truchas y lugar turístico donde la gente hace su primera parada para deleitar su paladar con una exquisita trucha frita, no sin antes disfrutar de la pesca en sus estanques.

La carretera que en cada una de sus orillas va acompañada de cultivos, cebolla, zanahoria, maíz y café, sus tierras fértiles que regalan a sus habitantes el sustento de sus familias, es así como se emprende una larga travesía y que permite ver más allá de unas cuantas casas y a lo lejos nuestro Municipio.

En medio de la brisa que se logra sentir en el camino y ya al transcurrir algunos minutos, podemos encontrar otro de los destinos más concurridos por los turistas. Tapatá, allí encontramos las aguas termales, fuente que brota de forma natural y conocida por sus facultades curativas, así que, si se quiere relajar y además contemplar la vidente fuerza del paisaje, déjese atrapar por ese encanto que ofrece la naturaleza.

La travesía aun continua, si avanzamos por los caminos polvorientos y enarbolados que permiten observar a lo lejos una hermosa panorámica que le despiden, pero al mismo tiempo le brinda un aviso de la próxima llegada, encontramos el cerro del Venado, paradisiaco y misterioso lugar, de grandes riscos, lagunas, manantiales, vegetación y especies animales propias de los Andes Colombianos.

La vista de Toledo se alcanza a ver a tan solo unos minutos de recorrido, lugar donde tiene la oportunidad de explorar historias, antigüedades, arte, religión y riquezas naturales que representan el trabajo y ahínco de los Toledanos.

Pueden empezar por visitar el parque bajo el sol que irradia sobre su arborización en medio de un ambiente natural que inspira tranquilidad y de donde se logra visualizar la enorme cascada de siscata ubicada en nuestro vecino Municipio de Labateca, y podemos contemplar a unos cuantos pasos del parque la imponente estructura arquitectónica del templo con su estilo gótico, acabados en madera, detalles en cristales, expresiones artísticas únicas y el sepulcro, considerado patrimonio histórico de la Región.

De esta forma se evidencia la cultura religiosa de los Toledanos quienes guardan además de sus creencias una huella imborrable del tiempo que se refleja en la casa de la Familia Hernández, donde se pueden apreciar antigüedades, reliquias y artesanías preservadas del paso de los años por las manos de un apasionado coleccionista, que dedicó parte de su vida a transformar su casa en un estilo de museo independiente y que logra aislar al visitante a un mundo recorrido por los antepasados; vitrolas que aún conservan el sonido, objetos coloniales, candados, planchas, teléfonos y otras curiosidades guardadas como tesoros escondidos pero no ajenas a la vista de quienes quieran apreciarlas. Es difícil abandonar este lugar después de agradar al ojo con tanta belleza, pero la diversión no se hace esperar.

En la vía principal de Toledo, se encuentra el sitio de esparcimiento ideal, la Piscina Los Pinos de Madrid, que le ofrece un ambiente familiar, amplias zonas verdes, comidas y otras cosas más.

A la salida el atardecer ya espera, cálido y tenue, pidiendo ser contemplado en víspera de un descanso que nos lleva a visitar el nuevo lugar conocido como la perla dorada, lugar donde deleitamos lo más delicioso que tiene nuestro municipio que es el café, allí puede disfrutar de un café exprés, capuchino, empanadas entre otras delicias de la Región, ubicado al pie de la capilla Nuestra Señora de las Angustias.

Toledo cuenta con adecuados sitios de hospedaje y con una muy buena atención, para terminar el día con un descanso y despertarnos con un hermoso amanecer, cuya luminosidad y profundidad, dejan entrever que no existe otro semejante a él.

Palmo a palmo, el sol ilumina los campos y lo invita a presenciar el proceso del café único en esta tierra donde se tiene el privilegio de exportarlo, producto principal de la Región, fuente de empleo y gran riqueza natural de Toledo.

Uno a uno los campesinos salen con sus recipientes para realizar la recolección, extensos cultivos, plantas cargadas y granos rojos que rozan las manos de los recolectores quienes no descansan hasta dejarlas completamente limpias.

Toledo, catalogado y reconocido como uno de los mejores exportadores de café a nivel mundial; café cerezo, café en baba y café pergamino, se condensa en una deliciosa bebida caliente que exclusivamente podrán degustar.

Continuamos el recorrido hacia otro destino, San Bernardo de Bata, corregimiento de Toledo y localizado al sur de nuestro Municipio y enclavado en las estribaciones de la cordillera oriental de los Andes Colombianos, que le conducen por un camino donde le esperan las ramadas de la caña dulce y el melado, una vez más podrá ser testigo de un proceso que logra como resultado la panela del día a día, cultivo de caña como materia prima que se cortan y luego son molidas con una maquina común mente llamada trapiche, que extrae el zumo del producto para luego ser vertido en unas pailas ardientes que la convierten en un espeso y provocativo melado, el cual se esparce en moldes de madera que permiten lograr después de estar todo al punto la firmeza de la panela.

Además de ser una actividad de familia, la panela se consolida como otro de los productos principales de la Región, así que si quiere endulzarse no dude ni un momento en apartarse del camino para apreciar el calor del fuego, el sonido del trapiche y el aroma dulce que se concentra en el aire.

Con 30 minutos restantes de recorrido, San Bernardeo de Bata nos espera con música tradicional que agrada al oído, una noche con sabor carranguero, ritmos típico de esta tierra que expresan los hechos reales como fuente de inspiración, para contar historias que a través de la guitarra y la guacharaca reflejan la alegría y jocosidad del pueblo que también se caracteriza por la producción de sus bebidas típicas desde la más popular como la chicha de ojo a base de maíz y otros secretos caseros, hasta la más exquisita, capaz de deleitar el paladar de un buen catador. El vino de Naranja, fruto que abunda en la región y por tanto transformado en bebida por la iniciativa de la empresa vinícola de San Bernardo, una de las únicas productoras de la Región. Proceso del cual como visitante puede apreciar, presenciar y probar un buen vino natural, llevarlo a casa y sacarle el jugo.

Allí no termina el recorrido, pues en las estribaciones de la cordillera, se hallan yacimientos de agua que se convergen en la cascada de Santa Rita, aguas cristalinas con imponente belleza que aún se conserva virgen ante los ojos de los mismos habitantes. Fuerte, caprichosa y escondida se revela con su grandeza como expresión vivaz de la naturaleza de Dios. Grandes rocas abren pasos a sus puros manantiales que caen de los abismos y permiten presenciar su inmensidad, aunque es un lugar que se requiere de fortaleza para poder penetrarlo vale la pena acceder a esta, para disfrutar de su exuberante hermosura difícil de encontrar en cualquier parte.

Otro de los sitios turísticos concurridos es la peña de los micos, un cerro de gran tamaño, pura roca que es atravesado por un camino de herradura con altura, del camino hasta el rio Margua, de unos 300 metros en caída libre, camino angosto y construido hace más o menos 80 años, cuando los colonizadores del Sarare, mostraron interés por esa rica Región, sin duda es una obra de arte para el turismo extremo. Ubicada a 5 minutos de San Bernardo vía Santa Bárbara.

Al regreso y disfrutando del atardecer puede despedirse visitando la hamaca cercana a San Bernado que le permite disfrutar una sensación de vértigo al contraste con el paisaje y el sonido del largo y ancho rio.

Así, al hablar de Toledo es referirse en primer lugar a su gente, que se levantan cada día. Personas que buscan y construyen a través de una herencia natural llena de creatividad y de amor, una realidad más humana y por ende más compleja, expresando con su abrazo al visitante una calidez que difícilmente se encuentra en otro lugar.

“Toledo, tierra de paz, de progreso, gente amable y de puertas abiertas”.

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